Caudofagia y Raboteo en la producción porcina
Los cerdos son animales muy curiosos que buscan continuamente nuevos estímulos, ya sea hozando en el suelo buscando alimentos o con el mordisqueo, asociado también a su comportamiento social, por lo que, a menudo, podemos ver en nuestras explotaciones a los animales mordisqueando a sus compañeros de corral. Este comportamiento natural puede evolucionar hacia el canibalismo produciendo lesiones en cola (caudofagia) y también, aunque menos frecuentes, en flancos, orejas y extremidades.
Este comportamiento anómalo se ha agudizado a medida que se ha ido intensificando la producción y el ambiente se ha transformado en un medio cada vez más artificial, convirtiéndose en uno de los problemas etológicos más comunes, sobre todo en los cebaderos, pero a la vez en uno de los problemas más difíciles de explicar dado su etiología multifactorial. En el actual sistema de producción porcina intensiva, el canibalismo supone un problema que ocasiona pérdidas económicas al ganadero, además de una disminución del bienestar animal en las explotaciones.
Respecto a la categoría del animal diremos que la caudofagia es más frecuente en animales de cebo a partir de los 40-50 kg. de peso vivo, detectando una mayor incidencia en los machos que en las hembras. No es frecuente observar esta conducta en los lechones lactantes ni en los animales reproductores, salvo que exista algún problema relacionado con micotoxinas.
Entre los problemas que ocasiona, podemos destacar los decomisos en matadero de canales con abscesos en medula espinal, cojeras, animales retrasados, tratamientos antibióticos, aumento de la tasa de mortalidad, etc.
Son varios los factores que influyen en la presentación de este problema en nuestras granjas, entre ellos podríamos destacar los siguientes:
- Factores genéticos
- Ventilaciones inadecuadas
- Falta de elementos manipulables para los animales
- Mal estado sanitario
- Malas condiciones de manejo
- Hacinamiento
- Piensos desequilibrados
- Alimentación inadecuada, etc.
En la actualidad, la práctica más utilizada para la prevención de este problema es el raboteo o corte de cola de los lechones al poco tiempo de nacer, pero al tratarse de un problema multifactorial el canibalismo sigue apareciendo en muchas explotaciones. El raboteo supone, además, un sufrimiento innecesario a los animales y una preocupación cada vez más visible entre la opinión pública, realmente preocupada por el tema de bienestar animal.
Como consecuencia de estos hechos, la Unión Europea publicó la Directiva 2008/120/EC, relativa a las normas mínimas para la protección de los cerdos, donde se dictamina la prohibición del corte de cola en los lechones de forma rutinaria.
En encuestas realizadas en países miembros de la Unión Europea se observa que en el 77 % de los animales se realiza el raboteo de forma rutinaria, lo cual significa que se está incumpliendo la legislación actual.
Son varios los países que han tomado cartas en el asunto, entre ellos Noruega, Finlandia, Suiza y Suecia, donde este porcentaje es inferior al 5 %. Es por ello, que las autoridades europeas instan al resto de países miembros a dejar de practicar este tipo de manipulación de manera gradual.
En España, tras una auditoría europea en 2017 se estableció un Plan Nacional a medio plazo para evaluar las actividades para la prevención de la caudofagia y evitar el raboteo rutinario de los cerdos.
Cuando las mordeduras de cola comienzan en la granja tenemos que actuar lo más rápidamente posible. En un primer momento, los animales suelen esconder sus colas entre sus patas traseras, se observan mordeduras superficiales a lo largo del rabo que pueden derivar en inflamación, e infección del rabo, cojeras o retraso en los animales.
Otra pregunta que cabe hacerse es por qué la caudofagia se inicia por un determinado animal o a lo sumo por unos pocos de todos los presentes, pues bien, para este interrogante no tenemos una explicación científica, pero sí se ha observado que una vez iniciada la caudofagia se contagia rápidamente al resto de los individuos del corral e incluso a los de otros corrales, mediante un comportamiento de imitación. De tal manera que podríamos estar hablando de un comportamiento aprendido y no innato.
Uno de los instrumentos que más nos pueden ayudar es la utilización de productos disuasorios. Es por ello, que se han desarrollado productos en cuya composición aparece un potente amargante que, debido a su alta concentración, tiene un efecto inmediato a su aplicación, además de incorporar dermoprotectores que proporciona una rápida recuperación de las heridas ya producidas.
Algunos de estos productos como el DRACOBITE, incluye un colorante que nos ayuda a concretar la zona de aplicación y a distinguir a los animales que ya se les ha aplicado el producto.
En caso de ser un problema habitual en la explotación, la aplicación de estos productos debe realizarse de forma preventiva sobre las zonas de riesgo y en caso de padecer ya el problema, aplicarlos sobre las zonas ya afectadas para su pronta recuperación.
- Solución amargante concentrada para la rápida disuasión de los animales.
- Protege las heridas y ayuda a su pronta cicatrización.
- Color azul para la fácil visualización de los animales tratados.
En pruebas de campo realizadas se comprobó que a las 24 horas de la primera aplicación del producto habían cesado las mordeduras, y que, además, las heridas presentaban un aspecto seco.